Dentro de nosotros hay esa sensación de cansancio o aburrimiento con algo en nuestras vidas, bien sea por madrugar para ir a trabajar en una rutina agotadora, o ir a estudiar en algo que nos prepara muchísimos años en algo que gastaremos nuestros años restantes (trabajar), simplemente en sitios que debemos pasar el día, en donde vivimos o por los cuales debemos cruzar para ir a algún punto determinado, o simplemente gente como el jefe, la señora del arriendo, el vigilante del edificio, compañeros, etc.
También esta nuestra parte ambiciosa, la que quiere y pide más, lo que nos hace exploradores, investigadores, lo que no permite que nos quedemos en nuestra zona de confort, lo que hace que nos exijamos a vivir, aprender y conocer aún más.
El no conformarnos lo detectamos o nos damos cuenta cuando queremos comer algo diferente a lo de siempre, o ver una película que no está en la categoría de nuestro genero favorito. Pero – he aquí donde aparece esta palabra que da antesala de porque nos limitamos – es cuando llegan nuestros miedos, dudas e incertidumbres, ¿no se han preguntado porque en ocasiones es tan difícil decidir si quedarnos en casa viendo una buena película o ir a una fiesta?, asimismo funciona para cuando nos queremos dar la oportunidad de aprender un nuevo idioma o emprender un viaje mochilero – si es por dinero – para conocer otras culturas, tradiciones, comida y gente, así sea dentro del mismo país.
No lo pienses tanto en si ejecutar un sueño o un deseo o no, solo el cómo hacerlo, para satisfacer el explorador y dueño de tu propia vida, no permitas que tu vida se vuelva rutinaria, aburrida o monótona, da pasos pequeños a la construcción de cada una de tus objetivos.
¡Sé feliz!
¡Sé feliz!
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